Una presencia en el campo
Existe un campo de resonancia que nos incluye a todos. Un campo en el que nos afectamos unos a otros. Algunos llaman a esto “campo de resonancia límbica”. Ocurre a pesar nuestro y también ocurre la posibilidad de influir en ese campo de forma deliberada. Cuando nos detenemos a observar a las personas en todo su potencial, reconociendo sus fortalezas, abrazando sus debilidades, apreciando su esfuerzo, su lucha, desde esa calidad de presencia que en Hakomi llamamos Presencia Amorosa, un mundo nuevo se abre para esas personas y para nosotros. Así decimos que influímos positivamente en ese campo de resonancia límbica y colaboramos a que el proceso de sanación y desarrollo encuentre un espacio propicio para su despliegue.
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