sábado, 1 de julio de 2017

           Sencillas Prácticas  

             Como practicante Hakomi me siento comprometido en el 
ejercicio de dos sencillas prácticas: Mindfulness y la Presencia Amorosa. El entrenamiento en el método está atravesado por estas dos habilidades de relación esenciales para su práctica. 

        Desde el comienzo del entrenamiento nos ejercitamos en aquietar la mente, en observar lo que sucede cuando ponemos la intención en ir más despacio. Interesados en saber también acerca de aquello que nos distrae en el intento de detenernos. Queremos saber y aprender de todo lo que ocurre cuando nos observamos con esta calidad de atención abierta, sensible, alerta, que no enjuicia, que no critica. Una atención que alimenta ese testigo interesado en conocer cómo es que hacemos lo que hacemos. Esta manera de estar presentes para nosotros mismos se conoce con el nombre de mindfulness. 

        Al mismo tiempo, cuando esta calidad de atención se vuelca hacia un otro, ocurre que podemos reconocer profundamente a la persona, sus fortalezas, su singularidad, su vulnerabilidad, despertando una verdadera aceptación hacia esa persona. Centrados en ese verdadero reconocimiento es como nos convertimos en esa Presencia Amorosa. 

        Con la práctica estas dos habilidades se convierten en hábitos. Nuevos hábitos para revisar viejos hábitos. En esto nos interesamos en Hakomi. En revisar viejos hábitos y las creencias que los sostienen. Y para hacer esto posible lo primero es ejercitarnos en estas habilidades esenciales. Aquietamos la mente y descansamos en ella. Somos compasivos y confiamos en lo que se nos revela. 

        Esto es algo de lo que ocurre cuando estamos de esta manera disponibles para nosotros mismos y los demás: lo que aparece, lo que ocurre tiene visos de verdad, de una profunda comprensión. Algo se siente bien y es todo lo que necesitamos para continuar en nuestra tarea de descubrir. 

        Esta es la manera que elegí para responder a mi curiosidad, a mi interés por conocerme un poco más. Y también para acompañar a otros interesados en el autoestudio. Una manera suave y gentil, que invita a relajarnos y que como el agua busca siempre el camino mas sencillo.